La Codorniz

Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana, había un semanario de humor denominado La Codorniz: la revista más audaz para el lector más inteligente. En esa revista publicaban los grandes: Forges, Gila, Serafín, Álvaro de Laiglesia y un largo elenco de escritores, dibujantes, humoristas, en definitiva. La Codorniz se extinguió junto con Hermano Lobo, desgraciadamente, con la llegada de la democracia. El humor sutil que destilaba dirigido a un público adulto -en la época en que público adulto no significaba tías en pelotas- se disolvió en la marea de revistas de corte más popular: El Papus, El Jueves...

Por ejemplo, la bitácora de JuanitoGrillo es humilde al presentarse: qué más quisieramos ser la bitácora más audaz para el lector más inteligente. En mi vecino Pozuelo está la Academia del Humor, una iniciativa de su Ayuntamiento en La Ciberniz. Por último, La Kodorniz: revista de humor extremo para personas moderadas. Es en ésta última donde he debutado ésta semana con el chiste sobre los de Hezbolá (La Kodorniz, nº 57, 6 de agosto de 2006).