El problema de leer a otros humoristas es que te entra depresión al comparar su trabajo con el tuyo. Ves las líneas limpias y ágiles de Keith Knight, por ejemplo, y mis dibujos parecen apenas mejores que cuando con 10 años publiqué mi primera historieta -el dibujo de un payaso que hice en 1º de EGB no cuenta, que mi madre me ayudó con las ceras.
¿Pero hemos hablado de Knight ya? No. Se trata de un dibujante radicado en San Francisco y negro para más señas. Sí, yo no tengo que cogérmela con papel de fumar y decir afroamericano. El hombre es negro y retrata la vida de su gente en Estados Unidos, además de la suya propia y su profesión de caricaturista. Leerle requiere un cierto nivel de inglés con chispitas de jerga de barrio negro: boyz in da hood.
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